GLOBAL PRO GALLERY

GLOBAL PRO GALLERY

Volver al inicio de la página

Brooke Bartleson

Ver perfil

La tundra y las montañas, los bosques y las llanuras abiertas... naturaleza salvaje de principio a fin. La fotografía de vida salvaje me ha llevado a algunos de los entornos más inhóspitos en los que apenas hay control por parte del hombre y las bestias dominan el terreno. Las ubicaciones remotas, las condiciones meteorológicas extremas y un terreno difícil han impedido el desarrollo humano y preservado estos reductos donde la vida salvaje ha tomado las riendas.

En estas regiones, las carreteras se convierten en rutas para los osos y los coyotes que viajan en busca de comida y seguridad, y las estructuras construidas por el hombre a menudo quedan inaccesibles porque los ciervos canadienses y los alces impiden el paso. El mundo en el que vivimos actualmente, en el que hay una clara división entre la vida salvaje y la civilización, es muy nuevo si lo comparamos con la forma en la que ha vivido el ser humano la mayor parte de su existencia. Para mí, la fotografía de vida salvaje es una forma de moverme por el mundo como lo hacían nuestros ancestros. Es una forma de despertar instintos y sentidos que han quedado aletargados en nuestro nuevo mundo, en el que priman la seguridad y la comodidad.

En otoño, tuve la oportunidad de llevar conmigo la Olympus OM-D E-M1 Mark III y adentrarme en la naturaleza salvaje. Hemos viajado y fotografiado animales desde de la tundra ártica, donde las temperaturas llegaban a –31 grados Celsius (–25 grados Fahrenheit), hasta las praderas de las montañas donde el lejano eco del aullido de los lobos resonaba entre los árboles. Estoy deseando ver lo que me espera.

placehold

OM-D E-M1 Mark III

Movilidad y alta calidad de imagen, para que captures el momento perfecto en cada escena: OM-D E-M1 Mark III.

Visita la página del producto Visita la tienda