GLOBAL PRO GALLERY

Tras más de 40 expediciones a las selvas tropicales de todo el mundo, me preparé muy a fondo para mi primer viaje a África. Traté de aprender lo más posible sobre la fauna de Botsuana para capturar a los animales en situaciones interesantes. Mereció la pena. En un día normal de excursión por la sabana circundante podía ver una gran cantidad de animales.
Aproveché al máximo la flexibilidad de todos los objetivos, especialmente los de M.Zuiko Digital ED 40-150mm F2.8 PRO y M.Zuiko Digital ED 300mm F4.0 IS PRO, que me permitieron capturar tanto imágenes detalladas de típicos animales africanos como composiciones en las que los incorporo al hermoso entorno en el que viven. Todas las fotos fueron fáciles de tomar de forma manual, gracias a la combinación del ligero y potente cuerpo de la OM-D E-M1 Mark II junto con las dimensiones compactas de todos los objetivos. Eso permite hacer cambios rápidos de la composición si es necesario. Lo considero una de las características clave en la fotografía dinámica de animales salvajes. Al revisar las fotos, es un placer observar todos los detalles plasmados en las fotos, como las plumas finas de las aves, o el pelo moteado de leopardos o perros salvajes. Esto confirmó mi experiencia previa de que los objetivos son excelentemente nítidos en la apertura amplia, incluso con el convertidor conectado. Para mí es importante usar una apertura amplia debido al trabajo que realizo con el fondo. Según la intención que se tenga, eso permite destacar al animal o dejar que se mezcle con el entorno de la naturaleza.
En los paseos por la sabana comenzábamos antes del amanecer y regresábamos al anochecer. Así que a menudo agradecí la gran estabilización que ofrece el equipo, sin la cual algunas imágenes habrían sido difíciles de conseguir. Gracias a la pantalla de la exposición en vivo, puedo trabajar en condiciones de luz difíciles, como la retroiluminación, y por eso puedo exponer con precisión la foto en el campo sin tener que trabajar mucho en el posprocesamiento.