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Tetsuro Shimizu

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Escojo un perfil basándome en el estado de ánimo de ese día y después empiezo a disparar. Algunos días estoy satisfecho con los preajustes del modo de color y el modo monotono, pero otros días prefiero cambiar los ajustes para adaptarlos a mi propio estilo. Aunque nunca tengo dudas acerca de los ajustes si tengo en la cabeza una imagen completa de lo que deseo capturar, no siempre funciona de esa forma. Pero no hay necesidad de acelerar el proceso. La ventaja de una cámara de sistema compacto es la capacidad de comprobar los resultados a través del visor y en el monitor trasero mientras se fotografía. Algunas veces, me vienen ideas a la mente para el siguiente disparo y ya sé qué ajustes tengo que establecer; la imagen que tengo en la cabeza se consolida mientras cambio los ajustes.
En mi opinión, lo más interesante de Monochrome Profile Control es la capacidad de añadir efectos de granulado, ajustar el color y definir la película de color en la propia cámara. Durante mis estudios en la escuela de fotografía, siempre acoplaba un filtro amarillo o naranja a la cámara al fotografiar con una película en monotono. El motivo era que quería añadir contraste al disparar para lograr impresiones más sencillas. Para ser sinceros, no me gustaba arruinar la calidad perfecta de un buen objetivo añadiendo ruido a la toma. La capacidad de añadir cualquier tipo de efecto mediante los ajustes de la cámara y hacer fotos comprobando las imágenes permite eliminar las dudas del fotógrafo y proporciona seguridad para realizar el disparo. Estoy seguro de que muchos se sorprenderían al saber que todas esas fotos están sin editar.

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Olympus PEN-F: conoce a la bestia

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